Elegía en traducción (Meg Day)
Trataba de saludarte, pero tu no a mí. —The Be Good Tanyas Perdona mi sordera ahora que tu nombre está en otros labios: cada boca recoge, para luego abrirse. Yo busco la ola, el golpe de suerte en sus lenguas, lo que debería causar la ráfaga que es tu nombre en esa suave oscuridad que reconozco , pero no puedo explicar, como el mismo azul inconsciente de Sostén la caracola en tu oreja mientras escucho la autopista fuerte y claro. Mis manos están llenas de signos que nombran mi raza, la misma que ha esperado que el agua llegue a sus orejas. O petróleo; grasa de un zorro con la hiel de una liebre, grasa de oso diluida en orín caliente, pepas de durazno fritas en manteca de cerdo y metidas a lo largo del cavum como cura; incluso una rama dura, una piedra de bordes irregulares; cualquier cosa para abrir una brecha hasta el fondo de ese tambor que les mantiene alejándose de esposas ancianas o no -y de historias que hablan sobre lo adoloridos que estamos com...