1. Tu mano (v.II 300125)

Aprieta mi mano. Es suave como el chal de algodón que tejió en crochet, ese en el que me arrullaba. Es un poco más frágil, un poco más mullida. Mano que acaricio mientras la sonda entra. La piel se le va a quebrar en cualquier momento. Tiene la misma textura del papel mantequilla después de haber sido mapa hídrico, o de esos que conservo en el baúl, con flores y animales que adornaron sábanas y ajuares. Cierra los ojos y trata de pasar el líquido, que igual va a terminar en la bolsita que reposa en su pecho. (¿Cuándo decidió dejarse las canas y olvidar los rulos?) Siempre he observado el movimiento de sus manos: El hilo entre los dedos, que se cierran y se abren al paso de la naveta de frivolité, los golpecitos en la espalda de los nietos, la forma en la que cortaba las rosas, el paso de las cuentas del rosario… Teje y piensa, teje y habla,...