Mujer esqueleto
Vos me sacaste del mar,
Desenredaste mis huesos,
para luego irte.
Está bien.
No es la historia completa.
No hemos comido perdices,
salvo cuando nos encontramos a conversar:
con una cerveza -yo-,
o un ron -tú-,
y todo parece:
eterno,
completo,
profundo.
Enredada entre hilos y palabras
soy una mujer en construcción.
Ni poeta, ni doctora, ni cantante.
Salvo cuando llego a ti
y algo en tus muebles
llena mi cadera.
Es el eco:
El lugar en el que
mis ojos, mis manos,
se reconocen de nuevo.
Comentarios
Publicar un comentario