Cartas entusadas pt.1
Entre el bajón de azúcar que me da
esta hiperexigencia con la que apago
los deseos,
y la pereza de levantarme a hacer cosas que
ensucien la loza que
voy a tener que
estar lavando,
invariablemente,
durante el día...
Estás vos.
Escondido entre el análisis de Huyssen
y el archivo de Derrida y Ricoeur,
metido entre un sacudón y otro a las sábanas de mi cama,
o incluso en el proceso
de caída
de ciertas hojas, ciertas flores, ciertos árboles.
Me dan ganas de llamarte y gritar:
“¡Eres un imbécil con ínfulas!”
cuando ambos sabemos que es un poco lo contrario,
y que es más bien la pereza,
y el cansancio,
y la claridad de una que otra imposibilidad.
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