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Mostrando entradas de abril, 2025

The Quiet Machine/ La máquina del silencio (Ada Limón)

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Aprendo tantas maneras de estar en silencio. Una, cuando me quedo en el patio. Otra, cuando me detengo en el parque, al otro lado de la calle; esa es distinta porque estoy más lejos de la gente y, claro, hay más posibilidad de estar sola. También está el silencio de no contestar el teléfono, y ese otro, cuando me acuesto en el suelo de la cocina y finjo que no existo cuando alguien toca el timbre. Está el silencio del día, cuando solo observo, y el de la noche, cuando hago cosas. Hay un silencio de la ducha y un silencio de la tina. Un silencio California, un silencio Kentucky y un silencio en el carro. Y luego está ese silencio que vuelve mil y mil veces más grande que yo, se me mete en los huesos y se queja, y gime, y llora, hasta que ya no puedo callar. Así es que funciona esta máquina. Im learning so many different ways to be quiet. There's how I stand in the lawn, that's one way. There's also how I stand in the field across from the street, that's an...

La sacralidad del cuerpo

"La sacralidad del cuerpo" Como si hubiera que recordar la sacralidad de la sangre. Como si no existiera el rito: a la sangre, a la leche, al placer del cuerpo. Como si bendecir el alimento no fuera bendecir también la semilla, el suelo, el excremento. "La sacralidad del cuerpo" es anunciar la nueva: que no hay sacrificio, y que nos negamos a hacer del cuerpo, del amor, del cuidado, moneda de cambio. Es decir: mi vientre es resistencia y fuego mi caminar.

Penélope I y II

I Poner y quitar piedras de doce ángulos, hasta que el río, en caricia lenta, llegue a ti. --- II No tengo cómo explicarte, —sino así—, que te quiero. Que me aterra la posibilidad, que levanto murallas antes de que la felicidad... (Esto está cursi, qué le vamos a hacer) Es una declaración: Soy Penélope. Por cada piedra desmonto dos.

Escena doméstica/ Domestic Interior (versión libre sobre un poema de Shara McCallum)

El dolor entra por la ventana y te convences de que es el viento. Se enlaza con las vigas, las canaletas, las paredes. Te lo repites: es sólo la lluvia. Mientras tanto, se mete por debajo de la puerta, evitando cámaras y cerrojos, e inunda toda la casa. Al otro día, eres su rehén, mientras cuelas el café, mientras tu cara deforme te mira desde una cuchara sin brillo. De cualquier manera, un día vas a tender la cama, tal como lo dicta este nuevo orden mundial. Un día vas a tender la cama, para descansar. Domestic Interior Pain enters through an open window and you say it is the wind. It marrows into beams, gutters walls. Still you insist: It is only a passing storm. All while it seeps under your door— long having eluded the watchman, fallen asleep at his post—and floods the whole damn house. Come daybreak, you are a different kind of  hostage now, as it weeps into your bowl of porridge, casts itself  into the misshapen face gleaming back at you from a tarnished spoon. In...

لم يعد هناك أطفال هنا

Las últimas noticias de la mañana  traen la voz angustiada de una madre en Gaza "ya no quedan niños aquí" لم يعد هناك أطفال هنا Busco las noticias: Nos llegan ecos de la barbaridad. Es difícil de entender... No puedes hacer nada. Hay que despolvar,  barrer,  dar clase. Como cuando talan un millón de hectáreas para poner vacas, se secan los ríos aéreos, se empieza a acabar el agua... y los árboles siguen ahí,  quietos,  sin arrancar el pavimento  y caer sobre carros y humanos igual. Ellos no pueden decir: "لم يعد هناك أطفال هنا" Pero hay algo cierto no puede uno dejar de conmoverse ante lo cercano de la guerra ante la facilidad con la que podemos identificarnos con cierta humanidad.

Zagúan

No tengo la capacidad para imaginarme a mi misma  como antes del tiempo en que  la voz propia las voces de las amigas la mujer que bailaba  con la levedad de una llama se encendieran en el vientre. No sé tampoco el después de esto pero lo intuyo la soledad de la savia la tranquilidad de las noches un ron -¿por qué no?- un zagúan para mí.

Bienaventuradas aquellas

Bienaventuradas aquellas que nunca pensaron en culo o en tetas, en la piel con bultitos como dunas, en lo altas o bajas. Esas bendecidas de Dios a las que se les permitió el goce, la erudición, el diálogo. Poderosas, fuertes, completas. Con estrías o sin ellas, ni se detienen en nombrarlas. Las medievalistas, las flautistas, las teatreras, las monjas de clausura o apostólicas. Las que nunca lloraron  en un tren o en el bus, las que pudieron dar el paso sin pensar en las consecuencias.

Grietas (III)

La fractura a veces no es evidente, especialmente cuando es una falla tectónica. Casas, carreteras, ciudades, países pasan sobre ella. A veces la cubre un río, el mar. Las profundas son madres de cordilleras y continentes, de islas, de cadenas de volcanes. Las más tímidas son apenas cortadas de la página en los dedos, el sabor de la sangre en los labios, un lugar en el pie donde un hongo cede por el clotrimazol. El ecosistema de la grieta: el universo. Su definición: fractura que, entre sus bordes, acumula, desgarrando los hilos del discurso. Grietas infinitas en el corazón que, al pasar un "te quiero" al aire, deshilachan tejidos. El “te” se queda adentro, recuerdo de algo gastado. Se acomoda afuera el “quiero”, aglutinante, desorientado. La hilacha queda ahí. No es resina, ni tapón, ni cicatriz. Quizá materia infecciosa, esperando una limpieza profunda que permita a la falla crecer.

Grietas (IV)

Cuando era niña vivía trepada en los árboles. Las manos, siempre llenas de una sustancia que olía a pino: pegajosa, negra de tanto atraer la tierra. Ámbar en su nacimiento, cubría los rasguños que dejaban niños y animales. Mis manos se divertían haciendo bolitas, atrapando diablitos. Sustancia dorada que cubría el espacio entre una capa y otra de corteza, dulce como el susurro del musgo que se nos enredaba en el pelo. Forma de acompañar grietas y resquebrajaduras, de cerrar heridas y dejar a la palabra florecer.

Grietas (I)

No sabemos realmente en qué momento la pared empieza a agrietarse. Si fue esa seguidilla de temblores, la humedad de la temporada de lluvias, la vejez de los materiales. Pero sí recordamos el instante exacto en que el yeso del cielo raso cae, dejando una minúscula rendija por donde entra un         hilito                    de luz, y descubres  una claraboya donde antes  solo había oscuridad. Un día, un pedazo de pared se viene abajo. Lo que antes fue refugio ahora deja entrar murciélagos, zancudos, lluvia, y con ella los hongos, el moho, el liquen. Entra la luz también. Tú, sin embargo, de la grieta hiciste un jardín, reparaste la estructura jugaste con flores y raíces, luces y sombras, fuiste una con el agua. Ahora tu casa tiene un jardín en el centro. Una estructura soportada en mil grullas.

Grietas (II)

Hay objetos cuya función es la fractura:  el makiwara, la semilla, la burbuja de aire en el barro cocido. Cuerpos, también,  que hacen de la fractura un método: el nudillo endurecido, el viento roto que deviene palabra, la tierra que se abre  dando paso al brote. Líneas corpóreas de la memoria texturas que vinculan  los caminos con los pasos. Huellas sin archivo de una caricia que se repite del roce de tus labios en la piel  como fractales de un gesto que regresa sin invitación.

Estructuras

Hoy vi la foto de un maestro de obra en sus vacaciones en Machu Picchu. En la imagen, medía la piedra con las manos, con un gesto en el que se intuía el conocimiento del material, de la medida, del peso y del espesor. Como si fuera a ponerla en el muro de su casa. El mismo acto: la mano, la cinta, la mirada. Un conocimiento que conecta  siglos espacios durezas en un solo ademán.

In Dream/ En los sueños Anna Akhmatova

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En los sueños Separación negra y persistente que compartimos por igual. No llores. Dame tu mano, prométeme que volverás. Tú y yo somos altas montañas. No podemos acercarnos. Solo mándame una seña, A medianoche, a través de las estrellas. In Dream Black and enduring separation  I share equally with you. Why weep? Give me your hand,  Promise me you will come again.  You and I are like high  Mountains and we can't move closer.  Just send me word  At midnight sometime through the stars.